Es un privilegio poder entrenar a niños y niñas tan increíbles y en un día como el de hoy solo me queda daros las gracias por haber traído a este mundo a pequeños tan sensacionales y haber hecho un increíble trabajo con ellos. Sois nuestro mejor ejemplo y el espejo donde cada mañana nos vemos. Gracias a todas las madres por siempre estar ahí, por vuestro cariño, por vuestro apoyo, por vuestra ternura, por vuestros mimos, por todo lo que hacéis por nosotros y porque no, gracias también por esas pequeñas broncas que nos echáis que nos hacen mejores cada día.

